La conservación de un área natural asegura la disponibilidad de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos para las generaciones futuras. Conservar significa proteger la biodiversidad y usarla de manera sotenible. Esto solo se logra con la participación de todos los involucrados, especialmente de los pobladores locales.
Bajo el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las Metas de Aichi (Convenio de Diversidad Biológica), CIMA ha desarrollado una estrategia de gestión y diversos instrumentos para la conservación del Parque Nacional Cordillera Azul, el cual administra conjuntamente con el Estado.
Conservación en Acción
Los principales instrumentos de conservación participativa desarrollados y aplicados por CIMA están enmarcados en nuestra estrategia de intervención:
Fortalecimiento de las Capacidades Locales para la Conservación (FOCAL)
FOCAL es el modelo de planificación participativa para la gestión integrada de un área por las poblaciones locales que empieza por un diagnóstico socio-ambiental, donde hacemos el Mapeo de Usos y Fortalezas (MUF), a veces una Zonificación Participativa Comunal (ZPC). Luego las comunidades establecen sus Normas de Convicencia y finalmente hacen sus Planes de Calidad de Vida. Luego CIMA y la comunidad se comprometen a cooperar y sellan su compromiso con Acuerdos Azules.
Mapeo de Usos y Fortalezas (MUF)
Normas de Convivencia
Planes de Calidad de Vida
Índice de Compatibilidad con la Conservación (ICC)
Modelo de monitoreo aplicable a la gestión de una zona
Proyecto REDD+ (Proyecto REDD+)
Proyecto en el Parque Nacional Cordillera Azul para reducir las emisiones de carbono por deforestación y degradación de bosques, bajo estándares de conservación de la biodiversidad y de desarrollo sostenible. El símbolo + implica que en su implementación hay componentes de conservación, gestión sostenible de los bosques con participación de población local y aumento de las reservas forestales de carbono.